domingo, 31 de enero de 2016

Lilith.


Podría escribir sobre la experiencia de ser mujer si supiera lo que es tal cosa,
podría escribir sobre ser niña, si lo recordara.
Pero así me nací, sin genitales
ni ojos para mirarlos.

Y me los dieron,
en una caja negra, de cartón
y no sé ponérmelos.
No me encajan en las costuras
se me astillan los huesos en culturas,
en conceptos.

¿Y los ojos?
Esos se los guardaron
en pliegues sudorosos,
enraizadas
de pestañas.

Demoníaca y hambrienta,
que aun cuando estaba entera parecía faltarme un pedazo.
Desterrada antes de nacer,
(b/v)anished
para buscarme a tientas en el barro
y encontrarme entre gusanos
y restos.

Pero esculpida,
modelada para el placer ajeno,
para el propio disgusto.
¡Pasen y vean!
Se ruega no tocar,
que se rompe,
nada que no vayan a comprar.

- No, no se preocupe por el precio.
Al peso, sí.
Poco más de una libra.

- Y a esto ¿cómo dice que lo llaman?

- Mujer, mujer le dicen.

Oph.

No hay comentarios:

Publicar un comentario