viernes, 11 de marzo de 2016

Farewells

0.23

Hay llamadas silenciosas sobre la mesa de una cafetería,
llamadas que se saben fuera de hora y de sitio,
dentro de intimidad.
Llamadas que no vibran ni suenan,
torpes e inesperadas,
llamadas celulares que engendran ciclos
que hoy terminan más de lo que empiezan.
 she is not gonna make it through the night.
3.23

Hay llamadas estridentes desde el cuarto de al lado,
atravesando el pasillo pero no el agua de las duchas,
llamadas que se saben a tiempo, que se saben a dónde,
a oídos ajenos,
a escuchas extranjeras.   

Sobre el tono telefónico el coro de dudas canta
apuñala a la garganta
del que sabe,
del que imagina,
y conoce el ciclo del celular,
¿estás segura?
Creo –dice-,
Sí –piensa-.

3.25

Hay llamadas incontestables,
que no saben
y que no están
que tuvieron que hacerse a ellas mismas
de garganta a lágrima
y que sin saberse colgar
se acabaron
de lágrima en garganta,

llamadas celulares que cierran ciclos,
vitales.

Mom passed away.

domingo, 6 de marzo de 2016

Devicing cotidiano: décalages

Objeto: sobre.

Acciones:
-Elegir representantes,
-Sobornar funcionarios,
-Cobrar facturas
-Esconder amores
-Desvelar secretos
-Presagiar buenas/malas noticias
-Hacerse esperar
-Dormir en el buzón

por Elenax


Nunca te llegaron, coronel,
todas aquellas cartas que envíe a ninguna parte,
cartas sobre ti y sobre mí,
cartas sobre-guardadas,
en las que por fin nos hablábamos,
y no escondíamos,
ni desvelábamos:
la nada que descartar de esos sobres,
la nada más que esperar que al sobre mismo
y no, sobrar no nos sobraba nada.

Nunca te llegaron, coronel,
todas aquellas cartas,
que no presagiaban:
                                                              ¡/n/iente! (ɛnte)
todos aquellos sobres que no supieron nadar,
ni hacerse lo muertos,
todos aquellos en los que por fin nos mirábamos,
y nos queríamos tranquilas,
fuera de todas las partes,
cerca de algunos ningún,
todos aquellos sobres cerca:
                                                               ¡/n/iente! (ɛnte)

Nunca te llegaron, coronel,
todas aquellas cartas insomnes,
que no supieron dormir en buzones,
todas aquellos sobres para sobornar al tiempo,
que no trabaja en días festivos
¡y que vuelva usted mañana!,
que yo no tengo ninguna fractura más que cobrarte,
ni más sobres que se hagan esperar, coronel
que mis sobres, ya ahogados, solo duermen en el fondo, 
del mar.

¿Y qué representante eligió, pues?
A mí, sobre todo a mí.