sábado, 23 de abril de 2016

Raíces: volver.

Tener siempre pareció mejor que no tener, hasta que tuvimos que,
entonces quemamos las raíces para que no sangraran
atamos y rematamos para que no doliera
puntada tras puntada.
Hasta matar todos los nervios,
hasta suturar
todas las venas

Hasta quedarse
sólo en la tierra tirada,
sin conexión alguna
sin barro en los pies
sin agua bajo las uñas
Solo en la tierra tirada,
con temor a que no haya ya raíz alguna
a encontrarse arrancada,
a encontrarse muerta. 

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