martes, 17 de febrero de 2015

Invierno Amarillo.

...continuación

Les traje en los zapatos aquella que las olas del mar no me quiso traer, se la traje en la piel. Aquello que no era más suyo que mío, que era menos mío que suyo, que solo esperaba no haber extraviado en la risa y el desconcierto.
Se lo traje esperando que lo reconocieran tras el viaje, que también quisieran conocer a la artífice de tal deformación en lo más preciado.
Se lo traje para que me miraran como se mira a los animales en el circo, para que me vieran tras las rejas, oda a la humillación, y pensaran más en ustedes que en mí. En cómo habían llegado a tal perversión, en cómo me habían encerrado tras las sombras.
Para que me reconocieran entre la pena y el asco. Se lo traje por si tal vez me confundían con la bailarina o el poeta, por si les había distraído el guitarra o la cantante, por si ya no querían verlo.

En realidad solo me traje por si seguías mirando, al otro lado de la reja, por si aún me veías aún en la sombra.

Oph

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