domingo, 11 de enero de 2015

"El otro lado del espejo"

Me miraste aún con las manos ensangrentadas, llenas de cristales. Consciente de haber roto el puente a la realidad. Jugueteando con la idea entre tus manos, aunque escurra ya hasta los codos y encharque el piso, y los calcetines en los zapatos. Un puente a ti misma, un puente al pasado.

Me la enseñas a mi, que sabes que vengo "del otro lado del espejo" y que no voy. Y yo te devolví la mirada, como se devuelven los besos. Desde el otro lado.
Me la enseñas a mi ahora que puedes, antes de que vengas a mi lado, y entonces no podamos pensarnos, ni enseñarnos nada.
-Ni queramos-

Y te reías... enloquecida y furiosa y vida.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Me la enseñas a mi, que sabes que no la conozco y que no deseo los puentes, que he renunciado al pasado, a mi, Que mi realidad es ilusoria, y que no la creo más que para colocarme en el tóxico y ligero vapor que exhala al chocar contra el frío, y así parecer como que transito, aún sin piso, y sin calcetines en los zapatos.

Me la enseñas sobre todo porque no tengo futuro en que recordarla y sabes que eso os duele.
La sangre sigue brotando y tu te revuelcas en su olor nauseabundo mientras dure y en su calidez, como si pensaras que puede ahogarme o eclipsarme.
Me la enseñas porque no estoy, porque solo estuve, o estaré, y ni aun entonces podré verla.
Me seduces entre olores y gritos, en sudores y gemidos, tu, te jactas de tu propia mitosis, me seduces en silencios. Y no te das cuenta que no haces sino tender a mi, sino llamarme.

Y me reía... inefable y cuerda y muerte.

Oph

No hay comentarios:

Publicar un comentario