lunes, 25 de julio de 2011

Nunca te enamores de un poeta.



¿Te has enamorado alguna vez de un poeta?

Nunca lo hagas, si no es así, si por el contrario ya lo has hecho, nada tengo que contarte. Que se les acaba el amor, cuando se les desgastan los versos y resuenan amargas las palabras al oído, y las mentiras les desgarran la garganta.

Un poeta no se enamora como lo hacen los vagabundos, no se enamora de tu cadencia, ni del paso del tiempo en tu sonrisa; no les llega para tanto ese romanticismo, que malgastan en versos y alcohol en vez de en mujeres. Se enamoran tan solo, por ello, de los versos que en tu nombre escribieron; así que, cuando el rojo carmín te abandone de besarlo, no se relamerá el poeta de tus labios desnudos, como el vagabundo haría, y añorará entonces el artificio; que no aman los poetas sino la forma, sin importar mucho el contenido.

Y cuando, de dormir a su lado, se te aplasten los rizos, te despreciará como a la ramera que huele a ginebra barato en las mañanas, en las que duele la cabeza, y su olor te da náuseas… y te rechazará de malos modos y te sacará a la puerta de los pelos con el vestido sin abrochar. Pero ¡ay! cuando lo haga, será entonces más desgraciado que aquel vagabundo que nunca te tuvo, enamorado de la melancolía de tus ojos, que no es si no lo que él siempre anheló, y amará tu tristeza y la añoranza por el tiempo pasado, y amará sobretodo tu ausencia, que no son capaces de amar los poetas, sino aquello que no tienen.

No te enamores nunca de un poeta, no te dejes nunca alienar en versos suaves recitados al oído, que no es sino enamorarse: “tomar veneno por licor suave”, no te enamores de un poeta, de esos que desgastan el romanticismo que cualquier otro en ti pondría, ya que solo cuando llores y gimotees y el rímel marque tus mejillas, amará él la ausencia de artificio, y tal vez solo entonces, llegue a quererte, tal vez, tan solo un poco, al amar la autocomplacencia que su melancolía le produce, al producirse de su alma tal beneplácito y poder de él en sus versos vanagloriarse.


Oph**

4 comentarios:

  1. O.O Creo que es lo mejor que he leído en...

    Creo que es lo mejor que he leído :)

    ResponderEliminar
  2. Y al final, lo único que se ama son los versos que quedan como recuerdo de algo perfecto y perfectamente puntual. Es bonito.
    ¿Te ha hecho daño algún poeta hace poco?
    Un beso.
    P.S: Me alegro de que vuelvas a escribir.

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que no, pero decía Bécquer que todo consistía en recordar el daño y escribirlo una vez frío :)

    ResponderEliminar
  4. Veo que has perdido tu afán por la escritura. Espero que empieces a actualizar tu blog mas amenudo que tus relatos se agradecen en el largo verano.

    ResponderEliminar