miércoles, 6 de marzo de 2019

Marzo

Marzo me remueve,
me puede abrir en canal como se abre para florecer una rama
y brota y brota

pero llora savia.

Astenia y primavera,
mujer y lluvia.

Marzo me remueve,
sangro ríos como corre el deshielo por los campos
y riega y riega

pero ahoga el hiberno.

Astenia y primavera,
mujer y lluvia.

Marzo me remueve,
me brota, me sangra, me florece, me llueve

pero yo no me abstengo
de la primavera.

Oph

marzo, 2019

miércoles, 6 de febrero de 2019

Alarmas


Tus sábanas arrugan mi tiempo
igual que se arruga tu frente cada mañana:
Lo achican, lo esconden, entre sus pliegues
y uno a uno lo vamos desdoblando encontrando y guardando con cuidado,
que no se rompa, que no se afee, que no se olvide.

En tu cama cantan las palomas,
en el techo abohardillado y las vigas vistas ellas tampoco descansan en la mañana
pero allí, no me dan miedo.
Porque se cuelan la luz y el cante a partes iguales entre tus brazos,
y aun despierta espero que todavía no suene la alarma.

Siempre lo hace, tecnología de calidad, supongo,
estamos perdiendo las buenas costumbres y los relojes ya no llevan pila
y ya no nos queda esperanza, de que tal vez no suene,
de que tal vez se pierda:

ese tiempo que sabe a poco,
arrugado entre tus sábanas.


Oph

julio, 2019

domingo, 27 de enero de 2019

Memoria

Los músculos de las piernas son los que más memoria tienen, me dices.

Y yo quiero creerte pero conozco a mis piernas, olvidadizas
y que deambulan camino a casa
y se despistan entre tus lunares.

Hay luna llena en algunos planetas y a esos no tengo dificultades para llegar,
No me pierdo en las sombras y me encuentro entre las pieles.

Me dices, y de verdad quiero creerte, que las piernas no olvidan,
pero las mías sueñan con el tragaluz de tu piso y la calidez de tu cama,
y olvidan, cómo llegaron y a dónde quieren ir.

Al final tengo que creerte.
Tus piernas recuerdan, recuerdan cómo encontrarlas entre galaxias y polvo lunar.
Y mis músculos las recuerdan, palpitar.

h

febrero 2019

domingo, 20 de enero de 2019

Hoy en mi calle ha salido el sol por el este,

Hoy se veía el mar desde mi ventana y no he encontrado la acera que llevaba a la playa,

Hoy he recordado que no me he despedido, que te habías marchado,
y he visto las olas romper contra mi cama,

Hoy he jugado con la arena a ver si encontraba pozos de agua, a ver si reflejaban las estrellas,

Y me he encontrado a la luna, que en mi calle se pone en los bordillos de puertas para afuera,

Y para adentro se pone el sol,
frío del oeste
y me recuerda los océanos, las promesas y las ausencias

lunes, 11 de junio de 2018

Cotidiana.

No me cabe la poesía entre lo cotidiano,
se me escurre,
como las gotas en las cucharillas recién fregadas,

tilín, tilín...

Se absorbe en el trapo húmedo,
contra la encimera
y allí enmohece.

Si tan solo abriera la ventana,
si solo invitara los rallos
vería, vería seguro
como el moho también florece.

Oph.



Tempus fugi

tengo tiempo para ti,
pero no, para mi no me queda.

tengo tiempo de tormenta,
tengo tiempo de café

y si no me esperas llego pronto,
y si llegas tarde estaré allí:
arrugando mi tiempito en un bolsillo,
para que quede para ti.

y si te apetece lo desplegamos,
y recortamos
y pintamos de azur
y lo tiramos por la borda
y nosotras después
que para eso tengo tiempo
que para eso siempre encuentro.

miércoles, 6 de junio de 2018

Pasear.

Pasear los muslos descalzos,
melenas al aire
y pensar que si me enfrío
también me habré de mojar.

Pasear los brazos dormidos,
cantando al son
y saber que si me pierdo
también me habré de buscar.

Pasear el cuerpo hundido
antes de cenar
y entender que si no vuelvo
también me habré de pensar.

ay veranito, veranito, llega ya.