martes, 15 de noviembre de 2016

trump hate



El odio,
se extiende, escapa, rebosa de su concha de carne
calcáreo y blanquiazul
brilla y sedimenta a un tiempo
y al fin,
se deshace.

Odio,
que incrustado en el vuelo de una boca a un tímpano
se sublima y dispersa
y adopta la forma del mundo
y al fin,
guarda la forma de la nada.

Odio,
cuadrado sin esquinas, triángulo de siete puntas, dragón de medio dia
pezón rosado y luminoso
bajo la tela blanca-y-suave
y al fin,
palpita.
Al fin ama.

h

lunes, 7 de noviembre de 2016

Proverbios. If I grew my hair older.


No te preocupes si no existen las montañas, que las inventamos en esas copas de árbol seco,
que no quiebran las ramas ilusiones
y en los semáforos los colores de las hojas nos sacan a pasear.

Cuentan las leyendas que de este lado del océano los pájaros vuelan sin aletear,
y los miedos se ahogaron tratando de llegar:
cuentan que aquí las orcas son ballenas
y que se puede respirar bajo el mar.

Frunce los ojos, cielo
y mira como allá lejos nos arropa el viento invernal
que de arena se hacen las aceras
y al asfalto podemos ir a nadar

mira que también atardecen las farolas
y que el horizonte puede ser de metal
achina, achina… casi hasta cerrar
que del otro lado diviso tierra
Salvados, capitán

Y ahora sueña con leyendas de ultramar,
que no es verdad que no amanezca más temprano
por mucho madrugar. 

h

sábado, 5 de noviembre de 2016

Parto.



Parto, madre.
O tal vez seas tú:
la ruptura y los pájaros van primero,
las ballenas nos acompañan
y tal vez compartamos,
de seguro destrozos.

¿Parto?
Apúrate
Y tal vez desaparezcas.
Allá no puedo ir contigo
y es que ni quiero.

Al amanecer no te quiero
se me escarcha la córnea derecha
y me enredo en las mentiras
y se me agrian los huevos
y se me pasa la leche.
También caducan las madres nevera
Con el arroz en su punto,
los pericos en la puerta
y las ballenas bajo tierra. 

h

jueves, 13 de octubre de 2016

Barros

A ti que tienes los zapatos llenos de polvo
y no se si es de andar
o de no haber andado.

Que tienes la raíz oxidada en una pregunta
en una verguenza
que bajo la piel me miras
carne al descubierto
eludiendo las tildes
desgastando el tono.

¿Y qué  querrá  decir la maldita pregunta?

Que necesitas pertenecer
que hiere  transitar
que se te enredan las hojas
que se me enferman los frutos
se nos parten las ramas
y el barro ya no te da de comer
si no que se seco en el polvo

que hoy te mancha los zapatos. 

¿Y de dónde tú eres?

h.

domingo, 9 de octubre de 2016

El viejo profesor: Madrar.

Pulsas y pulsas
extranjero en mi sexo
y yo te reconozco 
y me enseñas
y yo te entiendo.

Buscas y buscas
y en el vientre
y en el pecho
y yo no temo, pero tenso
y me levantas la ropa
y desvelas la biologia eterna,
y el deseo a gritos
y la carne prohibida,
tan callada, tan vibrante.

Besas y besas
y cierras la herida
y se abre la veda
y solo si recuerdo lo aprendido
tal vez,
y solo tal vez:

la vida

h.

Astillas

Me han contado historias de sueños que desconocen realidades.
Astillas de madera que cantan 
cuerda percutida,
instrumentos conversacionales. 

Y a lo lejos esta el tiempo
que no existe y se clava
bajo la piel,
miradas que de querer gritar callan,
silencios que de querer sonar besan.

h.

lunes, 3 de octubre de 2016

Madre.






En el primer llanto, en el primer desgarro
te acalla el grito de la vida,
florece la ternura
y te conviertes en aguas.

La primera lágrima salpica tu última sangre
el charco se seca en el piso,
las pisadas no tienen ojos
y los zapatos no entienden de amor.

Del primer trago te sorbo el seso y el alma
objeto intangible, mujer indeseable,
renace la esperanza
y me torno promesa.

Extensión abnegada,
bofetada divina
en la sombra eres penumbra
y así te describes
y ya no hablamos la misma lengua
y ya la saliva está gruesa

y ya la savia dormida.