miércoles, 22 de septiembre de 2021

hasta hoy nunca te había escrito

y eso me duele también

-una tímida nota, devorada por las llamas-

quizás sea porque dueles,

pero sobre todo me enseñas:

cuán perdida he estado,

cuán callada,

cuantísimo miedo.


¿le tuve que regalar mi voz a una bruja para conocerte?

quizás porque nunca me imaginé sin voz, ni piernas, 

ni de agua hasta el cuello,

pero hoy agradezco cada gota que me ayudó a ahogarme, a gritar

cada gota que colmó el vaso. 


últimamente me han dolido muchas cosas,

antiguas y nuevas

el dolor continúa pero ahora quizás fluya, brote, limpie, cree:

y crea y creo que tal vez se termine,

o tal vez no,

pero sea de nuevo tierra, suelo y raíz. 


en este dolor si me conozco,

en este dolor, aún a ojos cerrados y a tientas me encuentro yo

y el agua aquí es para beber y nadar

aunque vaya la marea en contra

y aunque a mi me cueste tragar.


incluso con esas puedo:

dar un portazo,

un pisotón,

abrir una ventana

desplegar las alas

y salir a volar. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario