domingo, 19 de febrero de 2017

Porto.

Cuando se me acaba la risa propia me nace un dolor,
A veces ajeno en vez de encarnado
Y despunta una lágrima viva,
Una sonrisa muerta.
Ruedo entonces,
Ladera abajo
Y me miras cubierta de briznas
Bañada de sol
Se reflejan tus ojos en mi mar
Y entonces nos reímos hasta del océano
Del otro lado

Y volvemos a embarcar

h.

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