Feliz día de la independencia.
Hoy tal vez se me quisieron apropiar, con
miradas, con palabras.
Me recorté aquello que estaba sucio y sin mancilla
alguna resurgí.
No, olvídenlo, no era yo esa, yo era tan solo un recorte.
1 La ilusión de
los cuerpos.
El orgullo es más parte
del cuerpo mismo que los brazos,
en enfado es más difícil de
arrancar de cuajo que las piernas,
hasta las tijeras sin
afilar son más útiles para los pelos que para las penas.
Sí, al final puede que
los cuerpos sean solo un problema tecnológico
construidos a falta de la
herramienta apropiada,
a golpe de un martillo:
Malditas las manos,
dichosos los pies,
quien las devolviera al
suelo
¡cuidado!, esas se pueden
caer.
2 Fisicidades
Emerge el cuerpo en
nuestra torpeza,
y solo al ser concebido
existe,
puritos átomos,
entelequia física.
El ánima fue siempre el
objeto animado,
el sujeto solo un objeto que conoce,
el control fue siempre
dialéctico
y en este escenario es
donde únicamente existe lo invisible.
Y cuando no lo encuentras
te devora las tripas y te
las saca por el recto,
y así claro,
cualquiera le duda,
todo fragante,
todo.
3 Otredad
La otredad se define de
la negación,
el otro es únicamente el no
yo,
pero no puede ser otra
cosa.
La otredad emerge en la
frontera
es el imposible que
abrazamos
el consuelo que nos
arranca del vacío
y nos dibuja
y nos convierte también
en imposibles,
es un yo mal entendido,
un yo tan misterioso que no dudamos su existencia.
4 Identidad
Del acuerdo compartido
se dice es múltiple y pública
social y definitoria.
Se dice que aquello que coexiste en el yo:
alude un uno,
esboza un otro
y lo emborrona
y vuelve a empezar.
Y mientras la tinta se cuela en el poro
y la lluvia incrusta la piel
y se corren las cortinas
y aplauden tan solo los perros.
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