Te he visto
quitarte una prenda
sin mirar, escondida
en un rizo.
Tras historia sin
respirar,
guardada en la
espuma, ahogada en el tiempo.
Constante
boquear.
y luego otra más.
Sé que no te la
quitas,
aunque trates de
arrancar,
no te desprendes,
ni aún sin uncir,
ni aun sin cordar.
Sé que sigues ahí
debajo,
entre la ansiedad
y la luz
y el tac,
y la faz.
Aun tú,
y del otro lado,
aún yo.
del este.
Aún sin saber
dónde,
aunque ya no me
conozca,
aunque recién te
encuentre
y de siempre te
quiera
y de nunca te
olvide.
del norte.
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