Se recortan
aquellos meses a medias
indivisibles se
ensartan
y por fin se
desprenden de aquellos en los que allí estaba
se enhebran en la
hora
y se contemplan desde
estos en los que por fin me he ido.
Todos suspendidos
por encima del oxígeno,
por debajo de la
ola
salados y fríos:
siguen nadando.
Ya no quedan
medias tintas
no queda si
quiera batería
ni disimulo
ni gana
ni pena ninguna.
Todos enterrados
por encima del polvo,
deriva en raíces
brillantes,
marrones:
siguen oxidando.
Tal vez quedo,
más ida,
más lejos.
Sobre la
evidencia incorpórea,
y bajo el verdín
grave y sorda:
sigo gritando.
Tal vez deseo.
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