No podrá parecerte que llueve si el corazón ríe, no es más
que el cielo, que se cae, y desvanece con cada suspiro de todo aquel que le ve
llorar, mientras que no hace sino esforzarse porque el sol vuelva a erigirse.
Y mientras tanto en suplica perdón o remienda de súbita
recompensa no puede sino acercarte a aquel cielo anhelado, aunque solo sea por
unos instantes.
Por eso me gustas cuando llueve,
Será porque me gusto cuando ríes.
Oph**
Perfecto
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