En el ojo ajeno me nazco
en la pupila madre,
y allí me construyo:
jaula, barrote, presa
y allí aprendo a morder
y a aullar de miedo
En el ojo ajeno me baño,
de lágrimas, ira o risa
y allí me quedo
a tientas buscando el mío
hundiendo los dedos en la córnea,
asomándome al abismo de la pupila
Que tal vez allí...
graviten los astros,
las galaxias no se expandan,
y no haga frío
Que tal vez aquí,
en el fondo de los ríos
bailen los peces desbocados
y pueda ser solo mío
E incluso ahí,
tal vez si me encuentro me asusto,
y existo y muero
E incluso entonces,
me sigo mirando en ti, en él o en la vereda,
que tal vez no soy, no crezco, no cambio
y no muero.