Y yo quiero creerte pero conozco a mis piernas, olvidadizas
y que deambulan camino a casa
y se despistan entre tus lunares.
Hay luna llena en algunos planetas y a esos no tengo dificultades para llegar,
No me pierdo en las sombras y me encuentro entre las pieles.
Me dices, y de verdad quiero creerte, que las piernas no olvidan,
pero las mías sueñan con el tragaluz de tu piso y la calidez de tu cama,
y olvidan, cómo llegaron y a dónde quieren ir.
Al final tengo que creerte.
Tus piernas recuerdan, recuerdan cómo encontrarlas entre galaxias y polvo lunar.
Y mis músculos las recuerdan, palpitar.
h
febrero 2019