De-í-dad/o/s.
12.45
“La lluvia persistente nocturna disolvía la línea
de separación entre los seres y las cosas, aproximándolos, a ellos, a las cosas
en que más tarde o más pronto, se han de transformar.” J.S
01.30
De un sueño que es más
real que tu otredad, Decisiones más plásticas que esta ciudad, tan absurdas,
Lenguajes de un sopor que excede fisicidades, Sentir la fuerza de la tierra que
sostiene a cada átomo
10.30
– disfrutar a un tiempo el calor del invierno y el frío del verano,
Rodar
en la grieta que entre ambos se abre, No temer caer, Desear –
01.45
No creer en ninguna
verdad más que la tierra, Desear la lluvia que parta el cielo en dos, que me
arañe la piel y me despierte, que disipe a las nubes a base de trueno, Liberar
un latido que en tres abra el pecho y libere mariposas, recoger gusanos y
asumir que no hay más que barro, que costillas, Que incluso aquello era mentira,
Regresar al país sin sol ni nubes y que de allá fueran las mismas, que solo se
han girado, que se comparte la misma tierra, que se sostiene a cada átomo, que
aplasta cada vértebra y constriñendo el crecimiento nos deja vivir.
Somnias
2.50
Miedo.
Cerrar los ojos de barcas
llenos de remeros,
de bocas,
Hija,
Hablarse para hacerlo
callar,
Sin duda temer
Casi siempre ahogar.
Gritos que de impaciencia
se escapan en la doble distracción
¡¡Pero ¿a dónde/adónde/dónde?!!
3.15
Caerse en el ruido,
Abren los gritos a la
herida,
La herida no se calla,
No es posible estar
despierta.