Hay llamadas silenciosas
sobre la mesa de una cafetería,
llamadas que se saben
fuera de hora y de sitio,
dentro de intimidad.
Llamadas que no vibran ni
suenan,
torpes e inesperadas,
llamadas celulares que
engendran ciclos
que hoy terminan más de
lo que empiezan.
3.23
Hay llamadas estridentes
desde el cuarto de al lado,
atravesando el pasillo
pero no el agua de las duchas,
llamadas que se saben a
tiempo, que se saben a dónde,
a oídos ajenos,
a escuchas extranjeras.
Sobre el tono telefónico
el coro de dudas canta
apuñala a la garganta
del que sabe,
del que imagina,
y conoce el ciclo del
celular,
¿estás segura?
Creo –dice-,
Sí –piensa-.
3.25
Hay llamadas
incontestables,
que no saben
y que no están
que tuvieron que hacerse
a ellas mismas
de garganta a lágrima
y que sin saberse colgar
se acabaron
de lágrima en garganta,
llamadas celulares que cierran ciclos,
vitales.
Mom passed away.