“Tal vez este sea nuestro único
problema, aunque la mera enunciación del mismo como tal me quite la razón de un
plumazo y se la devuelva a la ingenuidad de cada una de las almas que se
esfuerza por seguir avanzando, como desde pequeños hemos sido instruidos para
lo mismo, para caminar y poner un pie ante el otro sin importar cuál fuera la
meta, olvidando aquel sabio proverbio de que cualquier tiempo pasado fue mejor nosotros siempre nos obstinamos
en no permanecer parados ni un segundo, ni siquiera para coger aire, ni
siquiera para orientarnos y pensar, como si el mero hecho de hacer fuera a
descubrirnos que estamos equivocados en nuestro empeño por avanzar, en nuestro
empeño por seguir siendo parte de esa inercia inexistente, que no es capaz de
moverse y por ello permanece estancada, pudriéndose.
Y es que no existe un constructo más extraño e idealista que
el de futuro, no existe un constructo que se nos quede más grande, ni más
lejos, no hay un dragón más imposible ni un castillo en el aire que fuera a
caer más fuerte haciendo pedazos nuestros sueños. Que su simple idea, es loca,
que su posible resolución es imposible, y es que nada puede ser creado de lo
que ya existe, será pues el futuro solo una recombinación de nuestros
recuerdos, y nada tiene que decir aquí la imaginación, que no es sino aquello
que hemos aprendido, y nada más absurdo que pensar en la creación de un futuro
a partir de los recuerdos de nuestro pasado.
Tal vez por ello sea tan importante avanzar, porque es la
única manera de seguir creando recuerdos, de enriquecer nuestros posibles
futuros, de hacer más extensos y profundos nuestros sueños, que no es sino la experiencia
lo que puede hacer al soñador volar, que no existe nadie que añore tanto el
presente como aquel que siempre está mirando hacia delante, sin darse cuenta de
que no es esto sino todo aquello que ya tiene, que nadie puede añorar el
pasado, puesto que este siempre forma parte del mismo, que no tiene sentido
querer avanzar, ni querer quedarse, que es la vida un devenir, que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños
son.”
Y dicho esto, sonrió.
Oph**